Al salir de su
casa, siempre pasaba por otra que olía a jazmín. Le traía recuerdos de su
infancia y de las personas en ella. Aquel aroma la transportaba a momentos en
donde las preocupaciones y el constante trafico de pensamientos no existía.
Ese día se
paro frente a la casa y decidió tomar una flor. La guardo cuidadosamente en su
mochila y siguió el camino. No quería que todos esos recuerdos quedaran atrás,
quería que la acompañaran.